Para poder describir el
tema de salud desde la perspectiva mental y física del cuerpo humano se
debe definir primeramente el concepto de salud que es según Ibarra (citado en
InterSedes, 1998, p. 66) "el
equilibrio entre el estado físico, mental, social, emocional y espiritual donde
el individuo es capaz de interaccionar, recrearse y funcionar
satisfactoriamente”. Esto demuestra que tanto el ejercicio físico como el estado
emocional juegan un papel importante en el o la individuo que lo practica.
La salud física va
orientada al buen funcionamiento del organismo; salud mental al óptimo
equilibrio psicológico de las personas; ambas aportan bienestar tanto al área
fisiológica y cerebral del cuerpo, como a la social, ya que la interacción
interpersonal y la satisfacción de cada uno y cada una permite el mejoramiento
de las mismas.
Durante toda la vida, nuestros hábitos alimenticios, de higiene, físicos, el entorno y estados de ánimo benefician o afectan nuestra salud.
Muchas investigaciones
apoyan que la actividad física, y en sí el ejercicio, ayudan a mantener o
mejorar la condición física, el estado mental y los niveles de presión arterial
en las personas adultas mayores. Esto favorece a disminuir el impacto y las
evidencias de modificaciones y alteraciones en el estado de salud física y
fisiológica que se desarrolla en el proceso de envejecimiento y se manifiesta
de manera más evidente en la vejez.
Respectivamente en la comunidad de Los Guido, se ha
visualizado como la apertura de espacios de interrelaciones personales favorece
la integración a actividades físicas y de bienestar mental en los y las
adultos(as) mayores. Específicamente en el grupo Renovación, esto ha favorecido
a un desarrollo óptimo y al mejoramiento del estado de ánimo, la condición
física y de las relaciones interpersonales.
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