martes, 21 de octubre de 2014



Este vídeo permite ejemplificar la temática de la toma de decisiones y organización en el trabajo en comunidad, la cual será desarrollada en el siguiente apartado. 

lunes, 13 de octubre de 2014

LA ORGANIZACIÓN Y LA TOMA DE DECISIONES EN EL PROCESO DE TRABAJO


En el trabajo en comunidad es importante la organización y la toma de decisiones.

La organización forma parte de los procesos del Trabajo Social Comunitario de los que hablan Fernández y López (s.f.). El desarrollo también forma parte de estos procesos y es ahí donde se da la toma de decisiones.


La organización se da luego del diagnóstico y la planificación y durante la misma se da la división de tareas, el establecimiento de plazos y la apropiación de los recursos.

Desde nuestro trabajo actualmente es necesario que se de la organización con más adultos/as mayores para que se dé una lucha por sus derechos y su atención desde la municipalidad.

Las personas como seres sociales deben organizarse para alcanzar objetivos comunes, ya que la “organización colectiva se convierte en un activo estratégico para transformar las condiciones de vida de los ciudadanos”. (Fernández y López, s.f., p. 17).

Es importante también la toma de decisiones la cual se da a lo largo de todo el proceso.

Un punto que se debe destacar de la toma de decisiones es la puesta en práctica de la misma en la creación de políticas dirigidas a la población adulta mayor, ya que solo ella conoce sus necesidades.

La toma de decisiones y la organización van de la mano. Ambas implican capacidad para negociar, responsabilidad, buena comunicación y buenas relaciones entre los miembros de la comunidad.

La aplicación de estas es algo que debemos desarrollar en ellos/as para que cuando dejemos el proceso exista una “convicción generalizada de la importancia que tiene la autoorganización para defender derechos, afrontar problemas y aprovechar oportunidades en sociedades democráticas.” (Fernández y López, s.f., p.64).

Ambas se han potenciado a lo largo del proceso cuando hacemos talleres, cuando vamos a instituciones, cuando las PAM asumen tareas y compromisos, y el día que se reunieron solos/as.

Con el proyecto que pretendemos llevar a cabo de reciclaje también son importantes estos aspectos ya que estamos buscando desarrollar una acción comunitaria, la cual es:

la acción de un conjunto de personas que constituyen una comunidad, (…) relativamente estable en el tiempo, con objetivos comunes que vinculan a los miembros entre sí, (…) que desarrollan entre sí lazos y vínculos de todo tipo, estableciendo pautas de comunicación, reglas para debatir y decidir colectivamente. (Fernández y López, s.f., p. 17).

Por acá les dejo también unos vídeos muy interesantes  que sirven  para reflexionar, ya que algunos contienen ciertos estereotipos vinculados con la profesión.

Algunos son de Ander Egg y tratan del Trabajo Social comunitario:

Y este es el que se presta para la reflexión y discusión.
https://www.youtube.com/watch?v=QqoNqWNq_FQ

ROLES DE GÉNERO Y SU REPRESENTACIÓN EN LA PERSONA ADULTA MAYOR








Según Lagarde, género es una categoría explicativa de la construcción social y simbólica de hombres y mujeres sobre la base de la diferencia sexual. (Lagarde, 1992). En síntesis son las conductas que son atribuidas a mujeres y hombres.
Con respecto a los roles de género Guzmán (sf, p2) menciona lo siguiente:
"Expectativas sociales creadas en torno al comportamiento femenino y masculino. Construcciones sociales de lo que se espera sea el comportamiento de la mujer y del hombre. Así se espera que las mujeres sean pasivas, dependientes y cariñosas, mientras que los hombres agresivos, competitivos e independientes. En este contexto se concibe al hombre como el modelo frente al que se compara al otro grupo, las mujeres". 
Entonces las características del término “género” radican en que es un sistema complejo, divisor, rígido, e intolerante.


Donde se dan entre los principales aspectos, una separación de los espacios públicos y privados, como lo es la división social del trabajo, lo que se puede evidenciar en profesiones, labores domésticas, y mayor participación de los hombres en el ámbito público.

Estos roles asignados se interiorizan mediante la identidad, es la imagen que las personas logran construir de sí mismas, la forma como se auto perciben y la forma en que actúan en la sociedad a partir de esa autopercepción (INAMU, 2007).
Igualmente la identidad tiene algunas características fundamentales según Baró (1992), porque está referida a un contexto cultural y social y se afirma en la relación interpersonal y es producto tanto de la sociedad como de las propias personas, por lo tanto es un proceso que se prolonga a lo largo de toda la vida.

Estas características se representan en todas las etapas del envejecimiento, incluida la vejez, donde se encuentran las personas adultas mayores con las cuales trabajamos.
En esta población, especialmente las mujeres hacen referencia a la división de género cuando hablan por ejemplo de que la mujer tiene que cumplir con los quehaceres de la casa y el hombre debe ser el que provee, cuando mencionan las obligaciones de la mujer como lo es saber cocinar y hacerlo bien.

Esto fue evidente además en comentarios como “qué bueno que sepa cocinar, ya se puede casar” “así queda bien con el marido”. Este tipo de comentarios reproducen los estereotipos que giran sobre lo que debe ser hacer una “buena” mujer, discursos que lamentablemente están legitimados en nuestra sociedad y por tanto se interiorizan a lo largo de todo el proceso de socialización, por lo tanto es importante que sean trabajados en los espacios de taller, a pesar de que no tienen relación directa con el tema de vejez. 

Con respecto a esto, Foucault (citado por Piedra, 2004) menciona: “El sujeto es subjetivizado a través del discurso. Se trata del discurso dominante, el discurso del poder y el saber”.
Significa que siempre encontramos un discurso que se genera desde lo interno y también desde lo externo en la sociedad que responde a los intereses del sistema patriarcal en que se vive, como estudiantes nos podemos valer del discurso para hacer pequeños cambios que se dirijan hacia la reflexión en las personas sobre estos temas y se pueda llegan a una transformación en cuanto a la concepción que se tiene sobre el género e ir cambiando los mandatos que toman más fuerza en las mujeres como lo es  “ser para los otros”, atribuyéndose labores de cuido de sus familiares, en la mayoría de ocasiones de sus parejas, hijos (as), nietos (as).









domingo, 12 de octubre de 2014

MITOS Y ESTEREOTIPOS DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES


¿Qué es un estereotipo?

Los estereotipos son creencias mantenidas de individuos o grupos sobre grupos o individuos, creadas y compartidas. Generalizaciones inexactas y mantenidas sin una base adecuada. Formas erróneas de pensamiento que no coinciden con la realidad. (Río R, s.f, p.1)

¿Qué estereotipos se reproducen alrededor de la vejez?

Viejismo


Este mito consiste en atribuirle cualidades negativas a la etapa de la vejez, favoreciéndose de este modo,la discriminación hacia las personas adultas mayores. Así mismo, al caracterizar la vejez como un momento de la vida indeseable, lleva a que se dé la gerontofobia, es decir, un miedo y rechazo irracional a todo lo que se relacione con esta población.
Vejez=Enfermedad

En muchas ocasiones se tiene en el imaginario social, que las personas adultas mayores, siempre se encuentran enfermas reproduciéndose de esta manera este estereotipo. La vejez no es sinónimo de enfermedad; puesto que las dolencias y enfermedades pueden darse en cualquier etapa de la vida de una persona. El estado de salud que posea un o una adulta mayor, dependerá del estilo de vida que haya construido, así como, diferentes factores externos que influyan en su cotidianeidad.


Infantilización

Frases como "Son como niños", es un claro ejemplo de la infantilización que se le atribuye a los y las adultas mayores; siendo que desde esta posición familiares, amigos y conocidos; tienden a sobre-protegerlo y  a tomar decisiones que solamente a la persona adultas mayor le compete; violentando se este modo su auto-imagen y valía.



Deterioro Intelectual



En ocasiones, se visualiza la vejez como una etapa, en donde ya se aprendió lo que se debía y ya no se puede obtener nuevos conocimientos, puesto que en esta etapa las personas se vuelven mas olvidadizas. Sin embargo, las personas adultas mayores tienen tanta capacidad de aprendizaje, al igual que las personas mas jóvenes, siendo que en lo único que se cambia, es la velocidad de asimilación de la información nueva, mas no en la capacidad de aprendizaje.


Todas las personas adultas mayores pierden su autonomía.

Las personas adultas mayores tienen mal carácter.



El mal carácter, es otra de las características negativas que se le atribuye a la vejez, la cual no tiene ningún argumento sólido. El mal carácter lo puede presentar cualquier persona, en cualquier etapa del desarrollo, por lo tanto, este no es producto de la edad, sino de todo un proceso de vida por la que ha pasado la persona en cuestión.
                                         

Las personas adultas mayores no tienen una sexualidad activa.

Link del cortometraje "Posturas": https://www.youtube.com/watch?v=ybeB5YGtu2w

La sexualidad es parte del desarrollo de todas las personas, al mismo tiempo que es una necesidad básica; por lo que pensar que las personas adultas mayores son seres asexuados, es otro de los estereotipos que las afectan, puesto que  llega a limitarlos y limitarlas para expresar su sexualidad, deseos y necesidades.

Todas las personas adultas mayores deben residir en lugares de anciano.


La familia es el lugar ideal para que las personas adultas mayores puedan desarrollarse, por lo que no es exclusivo que al llegar a la vejez, se tenga que residir en un centro de adultos mayores.


Las personas adultas mayores sufren aislamiento social.

Las personas no se aíslan por llegar a la etapa de la vejez; ya que para que se dé esta condición juegan una serie de factores alrededor de la persona. 

En la mayoría de los casos, las personas adultas mayores no se aíslan porque lo deseen, sino porque las personas a su alrededor los discriminan, a partir de un sin fin de estereotipos e ideas falsas sobre la vejez.


Todas las personas adultas mayores sufren de depresión.

La depresión como enfermedad, puede darse en cualquier etapa de la vida, y debe ser tratada. Por lo tanto, no se puede adjudicar la depresión solamente a la etapa de la vejez. Si bien, durante esta etapa, se tiende a dar mayores pérdidas de familiares, amigos etc., pudiéndose desencadenar una depresión reactiva por estos hechos, en la mayoría de los casos las personas logran sobreponerse, manteniendo un buen estado de ánimo.


Las personas adultas mayores son improductivas.


La sociedad tiende a valorar a las personas que se encuentran dentro de un sistema productivo, por lo que las personas adultas mayores, al encontrarse fuera del proceso laboral; tienden a verse como improductivas y una carga para la sociedad. Sin embargo, esto es un mito, ya que el aporte que ellos y ellas realizan es grande a partir de su experiencia, a través de su familia o bien a partir de diferentes grupos locales y nacionales, que aportan al desarrollo del país.


viernes, 10 de octubre de 2014

SALUD MENTAL Y FÍSICA EN LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES


Para poder describir el tema de salud desde la perspectiva mental y física del cuerpo humano se debe definir primeramente el concepto de salud que es según Ibarra (citado en InterSedes, 1998, p. 66) "el equilibrio entre el estado físico, mental, social, emocional y espiritual donde el individuo es capaz de interaccionar, recrearse y funcionar satisfactoriamente”. Esto demuestra que tanto el ejercicio físico como el estado emocional juegan un papel importante en el o la individuo que lo practica.

La salud física va orientada al buen funcionamiento del organismo; salud mental al óptimo equilibrio psicológico de las personas; ambas aportan bienestar tanto al área fisiológica y cerebral del cuerpo, como a la social, ya que la interacción interpersonal y la satisfacción de cada uno y cada una permite el mejoramiento de las mismas.


Durante toda la vida, nuestros hábitos alimenticios, de higiene, físicos, el entorno y estados de ánimo benefician o afectan nuestra salud.
Muchas investigaciones apoyan que la actividad física, y en sí el ejercicio, ayudan a mantener o mejorar la condición física, el estado mental y los niveles de presión arterial en las personas adultas mayores. Esto favorece a disminuir el impacto y las evidencias de modificaciones y alteraciones en el estado de salud física y fisiológica que se desarrolla en el proceso de envejecimiento y se manifiesta de manera más evidente en la vejez.





Respectivamente en la comunidad de Los Guido, se ha visualizado como la apertura de espacios de interrelaciones personales favorece la integración a actividades físicas y de bienestar mental en los y las adultos(as) mayores. Específicamente en el grupo Renovación, esto ha favorecido a un desarrollo óptimo y al mejoramiento del estado de ánimo, la condición física y de las relaciones interpersonales.


TRABAJO SOCIAL CON PERSONAS ADULTAS MAYORES EN COMUNIDAD


 

 “La vejez como fase o momento evolutivo ha de abordarse desde el Trabajo Social como un fenómeno con un carácter contextuado en una específica ecología social, cultural e histórica” (Cordero, Cabanillas  y Lerchundi, 2003, p: 45).


El reto para los profesionales en Trabajo Social y para cualquier persona que desee trabajar con personas adultas mayores consiste en ampliar y trascender el conocimiento sobre la vejez y el envejecimiento como un proceso normal y natural, que está relacionado con cambios físicos, psicológicos, económicos, sociales, cultuales, que están entre sí mismos conectados, brindando diferentes contextos que privan o estimulan a la persona adulta mayor, pero que se pueden modificar con la intervención del Trabajo social.








Bibliografía

  • Baca, M. (s.f). Envejecimiento saludable y salud mental. Entrevista en el programa 7 Vidas, Consultora en Promoción de la salud y salud mental, OPS/OMS Perú. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=QGgl8hYFsh8.
  • Baró, M. (1992): Acción e Ideología. Psicología Social desde Centroamérica. UCA Editores, 5ta. Edición, San Salvador, El Salvador.
  • CONAPAM. (2013) Mitos y estereotipos acerca del envejecimiento y la vejez.
  • Cordero L., Cabanillas S. & Lerchundi G. (2003). Trabajo social con adultos mayores: Intervención profesional desde una perspectiva clínica. Espacio: Buenos Aires.
  • Fernández, T. & López, A. (s.f.). Trabajo Social Comunitario: Afrontando juntos los desafíos del siglo XXI. Madrid, España.
  • INAMU. (2007).¿Quién soy?, ¿Quiénes somos?,¿Quiénes son?. Obtenido de http://www.mep.go.cr/sites/default/files/descargas_etica/quien_soy_quienes_somos_quienes_son.pdf.
  • Lagarde, M. Identidad de género. Curso ofrecido en el centro juvenil “Alof Palma”. Managua, Nicaragua, 1992 (en el CIEM).
  • Morel, V. (s.f). Ejercicio y el adulto mayor. Recuperado de: http://www.geosalud.com/adultos_mayores/ejercicio.htm.
  • Orozco, R & Molina, R. (2002). Actividad física, recreación y salud en el adulto mayor. InterSedes: Revista de las Sedes Regionales, vol. III, núm. 4, pp. 63-7. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=66630407.
  • Piedra Guillén, N. Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género. Revista de Ciencias Sociales N0 106. 2004. Pág. 123-141
  • Stein, L. G. (9 de octubre de 2014). Roles sexuales, roles de género y poder. Revista de Trabajo Social, 5. Obtenido de http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/docente/pd-000124.pdf.